sábado, 24 de febrero de 2018

Iphigenia en Vallecas

de Gary Owen. Dirigida por Antonio C. Guijosa. Adaptación: María Hervás.
una producción de María Hervás y Serena Producciones.
con María Hervás.

24 de febrero de 2018. Centro Niemeyer (Club), Avilés. 85’ aprox. Ciclo Off-Niemeyer
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Ifi es una choni de Vallecas. Sin oficio ni beneficio tiene una vida intensa entre borracheras y resacas. Pero también es una chica muy lúcida. Por eso nos habla de sacrificios. Del que hizo cuando renunció a destrozarle la vida a aquel hombre con el que podría no sentirse nunca más sola. O del que hizo por nosotros tras perder en una ambulancia la hija que esperaba.

Un monólogo arrebatador. Extremadamente meritorio en ese registro que María Hervás se impone al trasladar la historia de Gary Owen al personaje de esta Ifi vallecana. Y emocionante hasta la lágrima en evocaciones tan poderosas como la del encuentro en Parla con la mujer y la hija de su amante o la de la noche de nieve en el hospital y la ambulancia. Que el sacrificio de la hija de Agamenón se convierta en el de una heroína suburbial es todo un acierto de Owen. Pero la forma en que María Hervás hace español, madrileño y vallecano (es decir, universal) a este personaje tiene el mérito de convertir el mito de Ifigenia en un drama airado contra los recortes de aquí. Pero, además de saber construir esta historia tan poderosa con la ayuda de una dirección sobria y ajustadísima de Antonio C. Guijosa, María Hervás ha hecho lo más difícil: ser la Ifi, ese personaje fascinante que es capaz de meter miedo, enamorar o dar pena y que, además, lo sabe. Un personaje tan radical que no puede escapar de sus raíces. Pero que acabará negándose a lo que ellas le piden para aceptar por los demás un sacrificio que conmovería hasta a Eurípides. Así que, con formato muy íntimo, ha sido teatro muy grande el del monólogo de esta noche. Como el que nos viene deparando esta afinidad deliciosa entre espacios escénicos tan extraordinarios como los del Pavón Kamikaze y los nuestros. 
 

viernes, 16 de febrero de 2018

Crimen y telón

idea original y creación colectiva: Ron Lalá. Texto: Álvaro Tato. Dirección: Yayo Cáceres.
una producción de Ron Lalá.
con Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Fran García, Miguel Magdalena y Daniel Rovalher.

16 de febrero de 2018. Teatro Palacio Valdés, Avilés. 90’ aprox.

En 2038 hace tiempo que todas las artes han sido prohibidas en Ciudad Tierra. En un escenario clandestino aparece (y luego desaparece) el cadáver del Teatro. El teniente Blanco, de la Agencia Anti Arte, deberá aclarar lo sucedido. También lo investiga el detective Noir, un antiguo adicto a la poesía que, para resolver el crimen, contactará en los bajos fondos con Comedio y Tragedio, los lugartenientes de ese arte aparentemente asesinado.

La especialidad de los ronlaleros no es solo actualizar el pasado para reivindicar magistralmente nuestro teatro. Con Siglo de Oro, siglo de ahora (Folía), En un lugar del Quijote y Cervantina nos convirtieron en devotos de su alegría, ironía, humor y velocidad (y también de su música). Pero ahora los fieles de esta religión escénica con voluntad ecuménica hemos sido invitados a una descacharrante ceremonia prospectiva con aires de género negro en la que somos partícipes de la investigación sobre un crimen que se está forjando en este presente extraño en el que el poder parece empeñado en acabar con el teatro pero el teatro (por ejemplo esta noche) se muestra más poderoso que nunca. Con un programa de mano que no tiene desperdicio nos preparamos para esta hora y media impagable que demuestra una vez más que es posible dar que pensar y hacer reir al mismo tiempo. El ritmo de los ronlaleros es trepidante, su lenguaje intencionado, su recorrido por el espacio teatral exhaustivo y su repaso histórico vertiginoso y completo. Así  que no es difícil que uno pierda de vista los hechos de esta investigación detectivesca que se remonta con Edipo a los orígenes de un arte que no reconoce padre ni madre y que llega hasta las vanguardias metateatrales que se miran el ombligo desde el escenario. Para que no nos perdamos, el detective Noir abre y cierra notas de voz que luego repasa (como en aquellos inolvidables "abro paréntesis, cierro paréntesis" de Siglo de Oro, siglo de ahora) haciendo que, aunque las partes ya componen un conjunto magnífico que nos mantiene hipnotizados, tengamos claro qué pretenden los textos y subtextos de este todo teatral omniabarcante. A la salida uno se siente orgulloso de vivir en una de esas ciudades que valoran y llenan sus teatros porque saben que en ellos se oficia ese arte total en el que se hermanan la poesía y la lucidez. Desde luego, los de Ron Lalá son maestros en conseguirlo. No sé lo que pasará con el teatro en 2038, pero en despertar la reflexión hilarante este siglo ha empezado siendo ronlalero.

lunes, 12 de febrero de 2018

Latente

dirección: Paula Quintana. Texto: Carlos Pedrós. Música: J. A. Simarro.
con Paula Quintana

12 de febrero de 2018. El Pavón Teatro Kamikaze (ambigú), Madrid. 60’ aprox.

Una chica trae un paquete para Paula Quintana. Nos pregunta por ella pero parece que no está. Así que mientras la espera vemos lo que hace. Baila, habla, quizá sueña... Es una mujer joven que siempre hace lo que debe y no quiere ser astronauta. 

Una expresión corporal superlativa con taconeos medio flamencos y gestos de danza contemporánea. Un texto enigmático y cautivador en el que resuenan letanías y frases hechas de la gente mas normal. Y una expresividad magnética de esta Paula Quintana que sí ha venido esta tarde (¡vaya si ha venido!) y que uno quisiera que no se fuera nunca de este escenario de recursos mínimos y proximidad máxima. Quiero que vuelva a bailar, que vuelva a pronunciar palabras irónicamente desveladoras y subyugantes, que vuelva a moverse como nadie por este escenario íntimo del ambigú superior del Pavón Kamikaze. Lo pienso mientras la estoy viendo y deseo que no acabe nunca esta hora perfecta y cautivadora. Y lo pienso después de salir de este querido teatro en el que hoy hemos podido disfrutar tanto con el originalísimo e impecable trabajo de esta actriz, bailaora, bailarina y medio poeta escénica que se llama Paula Quintana.

domingo, 11 de febrero de 2018

El ángel exterminador

de Luis Buñuel. Versión: Fernando Sansegundo. Dirección: Blanca Portillo.
una producción del Teatro Español.
con Hugo Alcaide, Juan Calot, Inma Cuevas, Abdelatif Hwidar  Ramón Ibarra,  Alberto Jiménez, Juanma Lara, Víctor Massán, Anabel Maurín, Manuel Moya, Dani Muriel, Alfredo Noval, Alex O'Dogherty, Francesca Piñon, Cristina Plazas, Camilo Rodriguez, Irene Rouco, Mar Sodupe, Mª Alfonsa Rosso y Raquel Varela

11 de febrero de 2018. Teatro Español, Madrid. 120’ aprox.

Tras un concierto un grupo de invitados celebrará una fiesta en casa de un matrimonio que lo ha preparado todo para recibirlos. Extrañamente los camareros se van antes de que lleguen. Luego nadie será capaz de salir de allí.

La teatralidad de la inquietante película de Buñuel me parece evidente y Blanca Portillo la aprovecha con una propuesta muy notable en la que se subraya la separación de la cuarta pared no solo con esa linea de cristales que los invitados no pueden traspasar sino con la presencia de algunos personajes exteriores en el patio de butacas (casi a nuestro lado se han desmontado cuatro de ellas para dejar espacio a dos sillas en las que una Penélope muy bien traída teje a la espera de que la cosa se resuelva). El epílogo que convierte el teatro en iglesia es también impresionante. Así que con sus veinte actores y una escenografía poderosa la historia sobradamente conocida de Buñuel no nos defrauda en esta actualización teatral a la que solo le pondría dos peros: una mejor definición de los perfiles de los personajes y algunos problemas en la acústica por esa amplificación que intenta compensar el aislamiento que generan los cristales que nos separan en parte de su espacio escénico.


sábado, 10 de febrero de 2018

Voltaire/Rousseau. La disputa

de Jean-François Prévand. Dramaturgia y dirección: Josep María Flotats.
coproducción del Centro Dramatico Nacional y Taller 75.
con Josep María Flotats y Pere Ponce.

10 de febrero de 2018. Teatro María Guerrero, Madrid. 90’ aprox.

Rousseau visita a Voltaire muy enfadado por un texto anónimo en el que se le ridiculiza. El anfitrión intenta hacerle ver que probablemente se lo tiene merecido.

Voltaire, Rousseau, Flotats y Ponce en el María Guerrero. De un cuarteto así y en un lugar con este solo cabría esperar lo mejor. Pero con un texto como el de Jean-François Prévand no hay nada que hacer. Se nos presenta a un Voltaire que juega en casa y del que se nos presupone partidarios frente a un Rousseau imbécil del que debemos asumir que ha sido sobrevalorado por la historia. Así que el encuentro no parece el de dos pensadores notables interpretados por dos actores solventes sino que se me antoja como los de esas comedias llenas de resortes en las que el público se ríe con la condescendencia del anfitrión y la torpeza del recién llegado. Pero Flotats no es Arturo Fernández y el Centro Dramático Nacional no es uno de esos teatros privados en los que la gente piensa poco y se ríe mucho. Qué le vamos a hacer. Al menos esta tarde hemos visto una buena película sobre Marx.